Por Mariana.Grediaga.
No me había fijado en ellas,
son muchas, nunca observé tantas,
tan sonoras, vivas, coincidentes.
Parece que el género de su instinto las agrupa.
La semejanza en sus historias las inspira a mantenerse.
Hablar de ellas se complica si no las conoces entendiéndolas. Pero es muy fácil generar complicidad y amor cuando no necesitas más que una mueca para comunicarte con ellas.
Hace nada las conozco
procuro entender qué las hace semejantes
qué, mujeres…
Las vi por primera vez cuando me reconocí entre ellas latiendo, cuando como un eco, sus movimientos, palabras, sonrisas y lágrimas, retumbaron en mi cuerpo en hondas gemelas.
Algunas se creen marchitas, pero van todas irradiando frescura, desde su voz, en su melancolía, hasta con su ausencia… cuando alguna muere, morimos todas; restaurarse, se ha convertido en un hábito urgente.
Escribo de ellas por su perseverancia, por el aroma de sus pieles, por sus defectos, su resistencia, su rabia, por esa delicadeza aparente, por su terrible y sensual zafiedad, por ser las mejores maestras que he tenido, porque me han enseñado a ser guerrera, partícipe, a sobrevivir viviendo, a ser familia, hermana, hija y madre, enemiga y amiga, inocente y muchas veces culpable, porque me han instruido la constancia, la aceptación y la querencia, porque me han invitado, en cada respiro, a ser la mujer que soy…
Memorias, relato de las propias experiencias: confesiones. Otras palabras similares: confusión, concesión, conexión, confección, concisión, contusión, concusión, confesor, convecino, confeso, confesa, confesar, concesivo, confeti, concesiva.
jueves, 10 de abril de 2008
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